Ya en el tren. Ya de vuelta. Y me da la sensación de que el post de “2PLEGA2” lo escribí ayer mismo… Pero no, lo escribí en este mismo tren, pero haciendo el camino inverso.

Da igual los años que lleve viviendo fuera de Cádiz, que siempre me da pena irme. La distancia tampoco es importante, porque recuerdo que cuando vivía en Sevilla y llegaba este día me daba la misma pena que ahora (claro que ahí también influía el hecho de que el fin de las Navidades coincidía con la época de estudiar hasta que los ojos sangraban… ¡como para no tener lástima de una misma!).

Han sido unas Navidades demasiado bonitas, 
porque ha sido un año demasiado bonito.

Y creo que el hecho de no haber sido capaz de escribir apenas es un buen indicador. No es que no haya tenido ganas (que casi siempre), o no haya habido temas (que incluso los tenía pensados y programados).  Es que, simplemente, no ha habido tiempo que perder.

Ha sido el momento de la familia, de los amigos, de las escapadas, de las comidas y los dulces, de los regalos, de los resfriados, de Cádiz… y de pensar y de tomar conciencia de cada momento.

De la Familia.

Qué leches, F A M I L I A. Con dos protagonistas: la veterana y la benjamina.

La veterana, #MiPersonaFavorita, siempre lo es (muy a su pesar, estoy segura). Pero es así, es inspiración pura, ya os lo conté hace unos días…

La benjamina es la que nos ha llenado la casa de todo lo bueno que hay en el mundo y que, muy torpemente, no somos capaces de ver si ella, con sus dos añitos y medio, no nos lo enseña.

Esa coleta despeinada, esa risa de traviesa, esas palabras chapurreaditas y esas carreras por el pasillo nos han devuelto las ganas de Navidad.

Y, aunque haya habido protagonistas claras, no puedo decir que haya habido secundarios… Eso sí, ha habido un giro en los roles habituales: De repente, los padres se han convertido en “SuperAbuelos” y el hermano se ha convertido en “SuperPapá. ¡Las cosas de la vida!

De lxs Amigxs.

Es verdad que cada vez cuesta más cuadrar una quedada cuando casi todos vivimos fuera, tenemos pocos días y mucha gente a la que ver… pero hay citas que son obligadas. ¡Y son casi terapéuticas!

Una de las mayores suertes es contar con amigxs que te entienden sin que les expliques prácticamente nada… y yo la tengo.

Ya sean del Cole, de la Universidad, de El Puerto, de las oposiciones… Me quedo con todxs.

De las Escapadas.

Porque Fin de Año perdió mucho sentido desde que #MiPersonaFavorita perdió el suyo propio… Así que podríamos decir que el 31 de diciembre sólo sirve para hacer balance y para que mi Papá cumpla años.

Ya tocaron Irlanda, Valencia… Este año ahorramos en kilómetros y nos quedamos por Cádiz, en Jimena concretamente. Una casa rural con chimenea, un buen frigorífico, un bar con una terraza al sol, unos jerséis navideños y amigxs. No nos ha hecho falta más para entrar en el 2019.  

De las Comidas y los Dulces.

Sí, había que hacerle un apartado, porque tengo la sensación de que un 75% de las Navidades nos las hemos pasado comiendo… ¡Es lo que tiene tener en la familia a la mejor confitería de toda la provincia! Vamos, que cuando pise mañana el gimnasio voy a sudar almíbar… Pero que nos quiten lo bailao. Lo hemos disfrutado y eso es lo que cuenta, ahora volveremos a la rutina con más ganas… (¡o no!).

De los Regalos.

Es inevitable, las Navidades son regalos. Pero este año es que la Navidad ha sido un regalo en sí misma. El 2018 entero ha sido un regalo. No hay más.

De los Resfriados.

Porque si las Navidades tenían algún día de vacaciones, podíamos estar seguros de que yo me iba a poner mala: eso es así SIEMPRE. Esta vez no iba a ser menos, llevo todo el 2019 moqueando y tosiendo como si hubiese entrado en el año fumándome 12 Ducados.

Pero no os preocupéis, debo estar a punto de curarme, porque mañana vuelvo al trabajo y, como digo, a mi cuerpo le gusta ponerse malo sólo cuando está de vacaciones y/o los fines de semana…

De Cádiz.

El que lo conoce, lo entiende. Pasear, respirar, mirar el mar, sentir el sol, la forma de contar las cosas, de tomarse la vida… ¡Cómo no va a ser difícil irse de allí!

De pensar y tomar conciencia de cada momento.

Quería que así fuese y así ha sido, aunque sinceramente creo que podría haberlo hecho mejor.

Igualmente, aunque soy fiel defensora de que los años empiezan en septiembre, es inevitable echar la vista atrás cuando se va acercando Fin de Año para hacer balance, pensar los nuevos propósitos… Pero eso da para un nuevo post, por dos razones: 1) Porque el año ha sido demasiado bonito como para pasar de puntillas, y 2) porque este año los propósitos los quiero cumplir, así que los estoy ideando a conciencia.

Paquetitos sospechosos en el tren…

Pero no os creáis que la Navidad ha terminado del todo, porque tengo la leve sospecha de que los Reyes Magos van en este mismo tren, a la altura de Zaragoza en este momento, y que van derechitos a nuestra casa de Barcelona…

¡SEGUIMOS!